Recetas Rapidas

Rollos de Canela Caseros: La Receta Definitiva para una Masa Esponjosa y un Glaseado Irresistible

0 comments

Hay aromas que tienen el poder de transformar una casa en un hogar, y el de los rollos de canela recién horneados es, sin duda, uno de ellos. Ese perfume dulce y especiado que inunda cada rincón es la antesala de uno de los placeres más reconfortantes: morder un rollo tierno, tibio y bañado en un glaseado cremoso que se derrite en la boca.

Hoy te enseño a preparar esta delicia desde cero con una receta de masa casera con ingredientes simples, pero con un resultado tan impresionante que no volverás a comprar los de la panadería. Este es el proyecto perfecto para un fin de semana, para un desayuno especial o para una merienda que se sienta como un abrazo. Aunque requiere encender el horno, el aroma que llenará tu casa en una tarde de julio bien vale la pena.

¿Por Qué Te Enamorarás de Hacer Estos Rollos de Canela?

  • Increíblemente Esponjosos: Gracias a una masa enriquecida con leche, huevos y mantequilla, y a un correcto proceso de levado, obtendrás unos rollos con una miga súper tierna y suave.
  • El Aroma que Crea un Hogar: La combinación de la levadura, la canela y la vainilla horneándose es una de las experiencias más acogedoras que puedes tener en tu cocina.
  • El Glaseado de Queso Crema Perfecto: No es un simple glaseado de azúcar. El toque ácido y la cremosidad del queso crema equilibran el dulzor del rollo, creando un acabado perfecto e irresistible.
  • Un Proyecto Gratificante: Amasar y ver cómo la masa cobra vida es una de las actividades más relajantes y satisfactorias de la repostería.
  • Mucho Mejor que los Comprados: El sabor de un rollo de canela hecho en casa, servido tibio y con ingredientes de calidad, es simplemente incomparable.

Ingredientes para los Mejores Roles de Canela

Para la Masa Esponjosa:

  • 10 g de levadura seca (1 sobre)
  • 250 ml de leche entera tibia
  • 70 g de azúcar blanca
  • 550 g de harina de trigo común (aprox. 3 ¾ tazas)
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de sal
  • 80 g de mantequilla sin sal, derretida

Para el Relleno Clásico:

  • 4 cucharadas de azúcar morena o blanca
  • 3 cucharadas de canela molida (puedes ajustar esta cantidad a tu gusto)

Para el Glaseado de Queso Crema:

  • 115 g de queso crema (tipo Philadelphia), ablandado a temperatura ambiente
  • 1 ½ taza de azúcar glass (impalpable o pulverizada)
  • 1 chorrito de esencia de vainilla
  • 3–4 cucharadas de leche (para ajustar la textura)

Paso a Paso Detallado: Creando Pura Felicidad en tu Cocina

1. Activar la Levadura (El Primer Paso Mágico)

En un bol pequeño, mezcla la leche tibia (debe sentirse agradable al tacto, no caliente), el azúcar blanca y la levadura seca. Remueve suavemente y deja reposar en un lugar cálido durante unos 10 minutos. Sabrás que está lista cuando veas que se ha formado una capa de espuma en la superficie. ¡Esto significa que tu levadura está viva y lista para trabajar!

2. Preparar y Amasar la Masa

  1. En un bol grande, coloca la harina y la sal. Haz un hueco en el centro.
  2. Vierte en el centro la mezcla de levadura ya activada, los 2 huevos ligeramente batidos y la mantequilla derretida.
  3. Con una espátula o cuchara de madera, empieza a integrar los ingredientes hasta que se forme una masa pegajosa.
  4. Vuelca la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada y amasa durante 10 minutos. También puedes usar una batidora con el gancho de amasar. El objetivo es lograr una masa suave, elástica y que no se pegue en exceso a las manos.

3. El Primer Leudado (La Paciencia Recompensa)

Forma una bola con la masa y colócala en un bol grande previamente engrasado con un poco de aceite. Tapa el bol con un paño húmedo o film transparente y déjala reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que visiblemente haya duplicado su volumen.

4. Formar los Rollos

  1. Desgasifica suavemente la masa levada y estírala con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta formar un gran rectángulo (de aproximadamente ½ cm de grosor).
  2. En un tazón pequeño, mezcla el azúcar y la canela del relleno. Espolvorea esta mezcla de manera uniforme sobre toda la superficie del rectángulo de masa.
  3. Comenzando por uno de los lados más largos, enrolla la masa firmemente hasta formar un cilindro o tronco.
  4. Con un cuchillo afilado (o hilo dental para un corte más limpio), corta el cilindro en piezas de unos 3 cm de grosor.
  5. Coloca los rollos cortados en 2 moldes redondos o rectangulares previamente engrasados, dejando un poquito de espacio entre ellos.

5. El Segundo Leudado y Horneado

  1. Tapa los moldes con un paño y deja que los rollos leven por segunda vez durante 30 a 40 minutos más, hasta que se vean hinchados y se toquen entre sí.
  2. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
  3. Hornea los rollos durante 20 a 25 minutos, o hasta que estén dorados por encima y cocidos por dentro.

6. Preparar el Glaseado y Servir

  1. Mientras los rollos se hornean o enfrían, prepara el glaseado. En un bol, bate el queso crema ablandado hasta que esté suave.
  2. Añade el azúcar glass tamizada y la esencia de vainilla. Mezcla bien.
  3. Agrega la leche, cucharada a cucharada, batiendo hasta obtener la textura deseada: suave, cremosa y untable.
  4. Una vez que los rollos salgan del horno, puedes glasearlos mientras aún están tibios para que el glaseado se derrita y se filtre ligeramente, o esperar a que se enfríen si prefieres una capa de glaseado más firme y definida.

Consejos para unos Rollos de Canela de Ensueño

  • La Temperatura de la Leche es Clave: Una leche demasiado caliente puede matar la levadura, y una muy fría no la activará. Tibia es la palabra mágica.
  • No Tengas Miedo de Amasar: Un buen amasado de 10 minutos es fundamental para desarrollar el gluten, lo que se traduce en una miga súper esponjosa.
  • Cortes Limpios: Para evitar que los rollos se aplasten al cortarlos, utiliza un cuchillo muy afilado o el truco del hilo dental: desliza un trozo de hilo por debajo del cilindro, cruza los extremos por arriba y tira para hacer un corte perfecto.
  • Un Leudado sin Prisas: Dale a tu masa el tiempo que necesita para crecer en un lugar cálido. Una buena fermentación es sinónimo de esponjosidad.

Anímate a preparar estos rollos de canela caseros y llena tu hogar de un aroma irresistible. ¡Son el capricho perfecto para compartir y disfrutar de la magia de la repostería hecha en casa!

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*