Realizar el Pollo KFC Casero es más sencillo de lo que parece. Sigue estos pasos para lograr un platillo delicioso y crujiente:

1. Marinado: En un tazón grande, mezcla el suero de leche con 1 cucharadita de sal y ½ cucharadita de pimienta negra. Añade el pollo y cubre. Deja marinar en el refrigerador por al menos 1 hora, o toda la noche para un mejor sabor.

2. Preparar el rebozado: En otro tazón grande, mezcla la harina, 1 cucharadita de sal, ½ cucharadita de pimienta negra, pimentón dulce, ajo en polvo, cebolla en polvo y pimienta cayena si la estás usando.

3. Calentar el aceite: En una sartén profunda o freidora, calienta suficiente aceite vegetal a 180°C (350°F) para cubrir el pollo.

4. Rebozar el pollo: Saca el pollo del marinado, dejando que escurra el exceso. Pasa cada pieza por la mezcla de harina, asegurándote de cubrir completamente el pollo. Golpea suavemente para quitar el exceso de harina.

5. Freír: Con cuidado, coloca el pollo en el aceite caliente. Fríe en tandas para no abarrotar la sartén, cocinando por 10-12 minutos o hasta que el pollo esté dorado y cocido por completo (la temperatura interna debe alcanzar los 75°C).

6. Escurrir: Retira el pollo y colócalo en un plato forrado con papel toalla para absorber el exceso de aceite. Repite hasta que todo el pollo esté cocinado.

7. Servir: ¡Disfruta de tu Pollo KFC Casero caliente y crujiente!