El calabacín (zucchini) es una de las hortalizas más versátiles y agradecidas de la cocina. Su sabor suave y su textura tierna lo convierten en el ingrediente perfecto para un sinfín de preparaciones, y este Pastel de Calabacín es, sin duda, una de las formas más deliciosas de disfrutarlo.
Esta receta te enseñará a preparar un pastel salado, similar a una quiche sin masa o una frittata horneada, con una textura increíblemente jugosa y tierna por dentro y una superficie dorada y apetitosa. Es el plato perfecto para una cena ligera, un almuerzo rápido o incluso para llevar a un picnic, ya que está exquisito tanto tibio como frío. Con el calor de julio aquí en Argelia, los platos ligeros y llenos de verduras como este son la opción ideal para una comida satisfactoria sin sentirse pesado.
¿Por Qué Este Pastel de Calabacín se Convertirá en un Clásico en tu Hogar?
- Ligero pero Satisfactorio: Es un plato completo que sacia el apetito de una forma saludable y sin pesadez.
- Una Forma Deliciosa de Comer Verduras: Es la receta perfecta para que tanto niños como adultos disfruten del calabacín. El queso y los condimentos lo hacen absolutamente irresistible.
- Increíblemente Versátil: Sírvelo como plato principal acompañado de una ensalada, como guarnición para carnes o pescados, o córtalo en cuadraditos para un aperitivo original.
- Fácil y Rápido de Preparar: La preparación es muy sencilla, solo necesitas mezclar los ingredientes en un bol. El horno se encarga del resto.
- Ideal para “Meal Prep”: Se conserva perfectamente en la nevera y está delicioso al día siguiente, lo que lo convierte en una opción genial para organizar tus almuerzos de la semana.
Ingredientes para un Pastel Jugoso y Sabroso
- 2 calabacines medianos (zucchinis)
- 1 cebolla pequeña, picada finamente
- 3 huevos
- 100 g de queso rallado: Puedes usar mozzarella para una textura más elástica, parmesano para un sabor más intenso, o una mezcla de tus quesos favoritos.
- 1/2 taza de leche
- 1/2 taza de harina de trigo o de avena: La harina de trigo es la opción clásica, mientras que la de avena le da un toque más rústico y nutritivo.
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Hierbas frescas o secas al gusto: Orégano, albahaca o perejil le van de maravilla.
Paso a Paso Detallado para un Resultado Perfecto
Sigue estas instrucciones para que tu pastel quede firme y lleno de sabor.
1. Preparar los Calabacines (El Secreto para que no quede Aguado)
Este primer paso es el más importante de toda la receta, ¡no te lo saltes!
- Lava bien los calabacines y rállalos con la parte gruesa de un rallador.
- Coloca el calabacín rallado en un colador, espolvoréale una buena pizca de sal y mézclalo un poco. Deja que repose durante unos 10-15 minutos. La sal ayudará a que el calabacín suelte todo su exceso de agua.
- Pasado el tiempo, exprime el calabacín con todas tus fuerzas. Puedes hacerlo presionando con las manos, apretándolo contra el colador con una cuchara o, para un resultado óptimo, envolviéndolo en un paño de cocina limpio y retorciéndolo. Te sorprenderá la cantidad de líquido que sale.
2. Mezclar los Ingredientes Húmedos
En un bol grande, bate ligeramente los 3 huevos. Agrega la leche, el queso rallado, la cebolla picada, el aceite de oliva y, por supuesto, los calabacines ya escurridos. Mezcla bien.
3. Incorporar los Ingredientes Secos
En el mismo bol, incorpora la harina (de trigo o avena), el polvo de hornear, una pizca de sal (con cuidado, ya que el calabacín y el queso ya tienen), pimienta, nuez moscada y las hierbas que hayas elegido. Mezcla con una espátula o cuchara hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y no queden grumos de harina.
4. Hornear hasta Dorar
- Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
- Engrasa un molde apto para horno (puede ser redondo de unos 22 cm o uno rectangular tipo budinera).
- Vierte la mezcla en el molde y alisa la superficie con la espátula.
- Hornea durante 35 a 40 minutos. Sabrás que está listo cuando la superficie esté dorada y, al tocar el centro, se sienta firme. También puedes hacer la prueba del palillo: si sale limpio, está perfecto.
5. El Reposo Final
Retira el pastel del horno y déjalo reposar en el molde durante unos 5 a 10 minutos. Esto ayuda a que la estructura se asiente y sea más fácil de cortar y servir. Puedes disfrutarlo tibio o dejar que se enfríe por completo.
Consejos y Variaciones para Personalizar tu Pastel
- ¡No te Olvides de Escurrir el Calabacín!: Es la regla de oro. Si omites este paso, el pastel quedará aguado y con una textura blanda.
- Varía los Quesos: Prueba a añadir queso feta desmenuzado o queso de cabra para un sabor más intenso y mediterráneo.
- Añade Más Verduras: Puedes enriquecer el pastel añadiendo granos de maíz (choclo), pimientos de colores picados o champiñones salteados (¡recuerda saltearlos antes para quitarles el agua!).
- Con un Toque de Proteína: Para una versión más contundente, puedes agregar a la mezcla trocitos de jamón cocido, bacon previamente dorado o pollo desmenuzado.
- Versión Sin Gluten: Para una opción apta para celíacos, simplemente sustituye la harina de trigo o avena por una premezcla de harina sin gluten o por maicena (fécula de maíz).
Este Pastel de Calabacín es una receta deliciosa, saludable y muy versátil. Anímate a prepararla y descubre una nueva forma de disfrutar de las verduras. ¡Seguro que se convierte en un plato habitual en tu mesa!