Hacer queso fresco es un proceso sencillo y rápido. A continuación se detallan los pasos que debes seguir:

1. Calentar la leche: Vierte el litro de leche en una cacerola grande y caliéntala a fuego medio. Revuelve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo.
2. Agregar el ácido: Cuando la leche empiece a hervir (pero antes de que se derrame), retira la cacerola del fuego. Agrega el jugo de limón o el vinagre y revuelve suavemente durante un minuto.
3. Dejar reposar: Deja reposar la mezcla durante 5 minutos. Verás que la leche se separa en cuajada y suero. Este es el momento de esencia del proceso.
4. Colar la cuajada: Utiliza un colador o una gasa para drenar el suero de la cuajada. Presiona suavemente para eliminar el líquido excesivo.
5. Añadir sal y hierbas: Una vez colada, coloca la cuajada en un tazón y agrégale la sal. Si deseas, también añade las hierbas frescas para darle un sabor especial. Mezcla suavemente.
6. Formar el queso: Dale forma a la cuajada en un bloque o en porciones, según prefieras. Puedes envolverla en papel encerado o en gasa para darle forma.
7. Refrigerar: Deja enfriar en el refrigerador durante al menos 30 minutos para que el queso tome una buena textura.

Siguiendo estos pasos, habrás creado un delicioso queso fresco en un abrir y cerrar de ojos.