1. Precalienta tu horno a 180°C (350°F). Prepara una bandeja para hornear cubriéndola con papel pergamino.
2. En un tazón grande, bate el queso Philadelphia con la mantequilla hasta obtener una mezcla cremosa.
3. Agrega el azúcar granulada y el azúcar moreno. Continúa batiendo hasta que esté suave.
4. Incorpora el extracto de vainilla y mezcla bien.
5. En un tazón separado, mezcla la harina, el bicarbonato de sodio y la sal.
6. Agrega la mezcla de ingredientes secos a la mezcla húmeda, poco a poco, hasta que todo esté bien combinado.
7. Si deseas, añade las chispas de chocolate y revuelve para distribuirlas uniformemente.
8. Con ayuda de una cuchara para helados o dos cucharas, forma bolas de masa y colócalas en la bandeja para hornear, separándolas entre sí.
9. Hornea las galletas durante 15-20 minutos, o hasta que estén doradas en los bordes pero aún suaves en el centro.
10. Retira las galletas del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante 10 minutos. Luego, transfiérelas a una rejilla para que se enfríen completamente.