Hay recetas que son como un tesoro familiar, pasadas de generación en generación por una simple y poderosa razón: siempre salen bien. El Bizcocho de los 5 Vasos es el ejemplo perfecto. Su nombre evoca la sencillez de la cocina de antes, donde no se necesitaban balanzas ni medidores complicados, solo un vaso como única herramienta para lograr un pastel perfecto.
Esta es esa receta “salvadora” que necesitas guardar, ideal para una merienda improvisada, un desayuno especial o cuando tienes un antojo de algo dulce, casero y esponjoso. Y lo mejor de todo es su increíble versatilidad: te enseñaré a prepararlo tanto en el horno como en la estufa, una opción fantástica para no calentar toda la casa. Con el calor de julio aquí en Argelia, esta alternativa es una verdadera maravilla.
¿Por Qué Este Bizcocho se Convertirá en tu Favorito?
- Medición a Prueba de Errores: Olvídate de pesar ingredientes. Usando el mismo vaso para medir todo, las proporciones siempre serán perfectas, garantizando un resultado exitoso.
- Doble Opción de Cocción: ¿No tienes horno o no quieres usarlo? No hay problema. Te explicamos cómo hacerlo también en la estufa para un resultado igual de delicioso.
- Textura Esponjosa y Húmeda: La base de aceite y la técnica de mezclado suave aseguran una miga increíblemente tierna, ligera y que se mantiene húmeda por más tiempo.
- Sabor Casero Clásico: Es el bizcocho de vainilla de toda la vida, con ese sabor reconfortante que nos recuerda a la infancia.
- Rápido y con Ingredientes Básicos: Se prepara en pocos minutos y con ingredientes que seguro ya tienes en tu despensa.
Los Ingredientes: El Secreto está en el Vaso
El truco de esta receta es usar el mismo vaso (de aproximadamente 250 ml) para medir los ingredientes principales. No importa si es un poco más grande o más pequeño, lo crucial es mantener la proporción.
- 3 huevos
- 1 vaso de azúcar
- 1/2 vaso de aceite vegetal (de girasol o maíz)
- 1 vaso de leche
- 2 vasos de harina de trigo común (todo uso)
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharada de polvo de hornear (levadura química)
Paso a Paso Detallado: Tu Bizcocho Infalible
1. La Mezcla Base
En un bol grande, coloca los 3 huevos y el vaso de azúcar. Con un batidor de mano (varillas), bate bien durante un par de minutos hasta que la mezcla espume y se vea más pálida. Agrega el medio vaso de aceite y mezcla. Luego, incorpora el vaso de leche y la cucharada de esencia de vainilla. Vuelve a batir hasta que todos los líquidos estén bien integrados.
2. Incorporar la Harina (El Toque Esponjoso)
En un recipiente aparte, tamiza los 2 vasos de harina junto con la cucharada de polvo de hornear. Agrega esta mezcla de secos al bol de los líquidos, preferiblemente en dos tandas. Ahora, el secreto para que quede bien esponjoso: ¡no uses el batidor! Con una espátula o paleta, integra la harina con movimientos suaves y envolventes, solo hasta que no queden grumos. No mezcles en exceso.
Las Dos Formas de Cocción: Elige tu Aventura
Opción 1: En el Horno (El Método Clásico)
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Engrasa y enharina un molde redondo de unos 22 cm de diámetro.
- Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio y seco.
Opción 2: En la Estufa (El Truco Sin Horno)
- Necesitarás una olla o cacerola de unos 22 cm de diámetro con tapa que cierre bien, y un difusor de calor (o comal).
- Engrasa y enharina muy bien el fondo y las paredes de la olla.
- Vierte la mezcla en la olla. Tápala (puedes envolver la tapa en un paño de cocina limpio para atrapar la condensación).
- Coloca el difusor de calor sobre la hornalla más pequeña de tu estufa y pon el fuego al mínimo posible. Coloca la olla encima.
- Cocina durante 40 a 50 minutos, sin destapar durante los primeros 30 minutos. Sabrás que está listo cuando los bordes se separen de la olla y al pincharlo con un palillo, salga limpio.
Enfriado y ¡A Disfrutar!
Independientemente del método de cocción, deja que el bizcocho se enfríe en su molde u olla durante unos 10 minutos sobre una rejilla. Pasado este tiempo, desmóldalo con cuidado y deja que se enfríe por completo sobre la rejilla antes de cortarlo.
Consejos para un Bizcocho de Vaso Perfecto
- El Mismo Vaso, Siempre: Es la regla de oro. La consistencia en la medición es la clave del éxito de esta receta.
- No Batas la Harina: Recuerda el consejo de la receta. Integrar la harina suavemente con una espátula en lugar de batirla evita que el bizcocho quede duro y asegura una máxima esponjosidad.
- El Secreto de la Estufa: Si eliges este método, el fuego mínimo y el uso de un difusor de calor son imprescindibles para evitar que la base se queme.
- Personaliza tu Sabor: Esta es una base perfecta. Siéntete libre de añadir a la mezcla la ralladura de un limón o una naranja, o unas chispas de chocolate para variar.
Guarda bien esta receta, porque te salvará en más de una ocasión. Es la prueba de que no se necesita ser un experto ni tener equipos complicados para disfrutar de un bizcocho casero, tierno y delicioso.